Mi primer trabajo fue en el restaurante de camarero. Cuando obtuve este trabajo, pensé que sería fácil. Creo que todo lo que tengo que hacer es servir a la gente del servidor y ayudar a mi cliente a obtener lo que quiere. Pero cuando empiezo a trabajar me di cuenta de que es muy fácil que me lastime. Además, no todos los disfraces son bonitos, recuerdo que la última vez que atendí a clientes, él me pide algo. Pero cuando lo saco dijo que no es lo que quiere y empieza a juzgarme y me echa la culpa. Por supuesto, al final del día, tengo fuego. El jefe me dijo: “No importa lo que hagan los disfraces, nunca puedes tener que” pelear “con ellos”. Y ese día aprendí mi primera lección. La gente no siempre es amable, no pensamos antes de actuar.
Después de que recibí el fuego, fui a casa y se lo conté a mi padre, mi padre se está enfriando. Mi papá me dice que, si él es el jefe, también me despedirá. Estaba tan molesta y enojada que mi padre lo dijo, pero él me lo explica. Si soy un cliente y el camarero tienen una pelea conmigo, ¿volveré alguna vez a ese restaurante y le recomendaré este restaurante a mis amigos? Creo que para toda la noche, si nos colocamos en la posición de otras personas, tendremos una idea diferente.